
Racing tiene un andador y en eso se traslada, crece día a día. Hoy mejor que ayer, esperando mañana para seguir con su evolución. El diagnóstico indica algunas certezas que deberá pugnar por superar, como la falta de gol. Y vaya que tendrá que esforzarse y aguzar los sentidos para conseguirlo, porque de los goles depende ganar o no. Por eso, en cierto modo, sólo empató con Tigre. Porque las que tuvo no supo resolverlas, al igual que tantas otras a lo largo de estos cinco partidos que lo tiene con apenas dos goles a favor, uno de ellos -ante Argentinos- con el que sumó por única vez de a tres. Pero, en tanto, va reforzando ideas y tratando de forzar realidades. Jugando por abajo, apostando a la agresividad para recuperar la pelota en campo rival aunque a veces se atolondre y pase del vértigo al torbellino. Interesante la posición de Maxi Moralez, con gran despliegue para aparecer por cualquier lado, pedirla siempre y buscar el desequilibrio. Lo mismo que el ir constante por las bandas de los volantes.
Tigre (que pareció conformarse rápido con la igualdad en Avellaneda) lo padeció, en especial en la primera etapa antes de que Cagna metiera mano y cerrara los extremos con el ingreso de Jerez. Ahí Racing se taró y el tiempo que se agotaba le agotó las piernas. Encima, la roja a Mercado -cuatro minutos después que la de Castaño- apuró las tablas cuando Racing se predisponía a sacar provecho del hombre de más. Pero fue hasta donde pudo, hasta donde le dio el cuero. Mañana, quizá, dé un pasito más.
2 comentarios:
Un triunfo con Argentinos y un empate (injusto) con Tigre eran impensables hace semanas.
Saludos.
El equipo levantó muchísimo, la
actitud y las ganas son otras...
Espero que sigamos así metiendo, corriendo, poniendo todo...
Nos falta gol, pero hay otra cosa que está asomando, parece que se está empezando a gestar el equipo
Klito,el kmionero
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