Era uno de esos partidos que valen más que tres puntos, en los que no hay que cometer errores y defender el arco propio es la prioridad. En ese juego, Racing ya parece ser experto. Por cuarto encuentro consecutivo mantuvo el cero en su valla. Y encima, marcó en una de las pocas opciones que tuvo. La Academia se llevó un triunfo bárbaro en su visita a Rosario Central, porque además de tres unidades que sirven y mucho, logró salir de la Promoción.
El lema de los dos era no perder. Por eso, los dos equipos no quisieron arriesgar. Cada movimiento estaba calculado para no quedar mal parado atrás y que una equivocación sea letal. Los arqueros tenían poco trabajo y tanto Racing como Central jugaban el duelo lejos de los arcos. El partido estaba cerradísimo. Se corría mucho, cada pelota se disputaba como la última y el aliento de las tribunas bajaba como nunca. En el primer tiempo ninguno consiguió quebrar el 0-0. Algunos intentos, sobretodo con disparos de afuera del área, inquietaban a Pablo Migliore y Jorge Broun.
En el segundo tiempo, el duelo se abrió un poco más. Sin jugar muy bien, los de Avellaneda comenzaron a tener más la pelota. Y también a crear algunas situaciones cerca del arco rival. Empezaron a llover centros al área de Broun. Un corner desde la derecha terminó con un cabezazo de Aveldaño, y el palo le negó el gol. Caruso Lombardi se agarraba la cabeza y no lo podía creer. En el otro banco, Mostaza Merlo sufría porque su equipo no hacía pie en el Gigante de Arroyito. Luego, Aveldaño no pudo desviar otro centro y la pelota pasó cerca.
A los 27 minutos, un tiro libre a metros del área, en la derecha, le daba una oportunidad inmejorable a Franco Sosa. El defensor, uno de los estandartes de Racing, acarició al palo de la barrera y Broun no pudo sacarla. La locura invadió a todos los de Avellaneda. Hasta Migliore salió corriendo y se trepó al alambrado como si fuese el festejo de un título. Así se vive estos días en Racing.
Con ese gol, se armó otro partido. Central salió a jugar. Y las jugadas de riesgo no tardaron en llegar. Primero la tuvo Caraglio, quien en un movimiento dejó parado a dos jugadores, y Migliore salvó sin inconvenientes. Luego, Franzoia, quien reemplazó a Moreno y Fabianesi, entró en ritmo rápido y después de una corrida bárbara remató por arriba del travesaño. Centro, cabezazo de Caraglio y Racing se salvó otra vez. Migliore, con su presencia, se convertía poco a poco nuevamente en figura. En el final, volvió a ahogar el grito de todos los Canallas.
Un 1-0 espectacular para Racing. ¿La clave? Por cuarta vez, lograron mantener su valla invicta y acertaron en su momento. De la mano de Caruso, sacaron diez de los últimos doce en juego. Nada mal para un equipo que no venía nada bien. Y ganaron como visitante, algo que no conseguían desde la fecha 14° del Apertura. Salieron de la Promoción y dejaron complicado a Central, que pagó mucho por no salir a jugar desde el minuto cero.