Ante cada deuda que contrae Blanquiceleste hay que ir tachando un jugador. Pasó con Sergio Romero, Gustavo Cabral, Maxi Moralez y, ahora, Matías Sánchez. Todos campeones Sub 20: el Sargento dio la vuelta en Holanda 05 y los otros en Canadá 07. Un grupo empresario pagó 1.100.000 dólares por la mitad del pase de Matías y se destrabó el conflicto con los futbolistas. De ahí salió la mayoría del dinero para cubrir la deuda (en concepto de primas y sueldo de diciembre) que tenía BC con el plantel. Se dijo que se había desprendido de Arrieta, pero ni siquiera le pertenece. La parte restante, casi un millón de pesos de los cuatro que adeudaba, se completó con un préstamo de Racing.
¿Qué el salvado (Racing) le tiene que prestar al supuesto salvador (BC)? Y sí. Avalado por el contrato de gerenciamiento, Fernando de Tomaso siguió el mismo camino que su antecesor, Marín, quien en su momento cubrió una cuota de la quiebra con plata de Racing. Préstamo del que aún restan cancelar unos 300.000 pesos.
Plazo fijo. La venta de Sánchez no significa que el volante se vaya en lo inmediato. Según la modalidad de Blanquiceleste habrá que esperar seis meses, como sucedió con Sergio Romero y Gustavo Cabral. El arquero fue transferido en $ 6,7 millones al AZ Alkmaar de Holanda en enero del 2007 y partió en junio. Y el Sargento fue adquirido ($ 4,8 millones) por Fernando Hidalgo en julio del año pasado y se irá ahora. Claro que la regla no se cumplió con Moralez, ya que los 21 millones de pesos que pagó el FC Moscú impidieron cualquier espera.
Teniendo en cuenta que la empresa vendió por una cifra cercana a los 35 millones de pesos en el 2007 (se suman también los 2,4 de Diego Crosa), no se entiende por qué cada pocos meses vuelven las deudas con los jugadores, con los empleados y la dificultad para contratar refuerzos.
Fuente: Diario Ole
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