SIN ALMA



Acabado el primer semestre del año y con un alivio de Primera, la gente de Racing tenía esperanza en tiempos mejores. Sin Blanquiceleste en el medio ni demonización justificada, la renovada tarea de permanecer en la elite suponía, en aquella interpretación, una tarea de esfuerzo posible en función de la reconstrucción que debía encararse. Con apenas un par de fechas consumidas de esta temporada, se puede asumir una certeza: no hay límites para las pesadillas, de ésas que asustan.

Nulo en puntos y en goles, Racing debe preocuparse, por si la tabla ya no bastara, de los mensajes que el equipo emite desde la cancha. No es atrás donde surgen los mayores desvelos, pues ayer Huracán no le generó severos inconvenientes. Tampoco parece un déficit el ejercicio de presión en el que se combinan los volantes.

Adelante es otra historia. Vale, sí, la intención de buscar con pelota al ras, movimientos anchos y despegue de los mediocampistas. Pero semejante deseo se revela impotencia por ausencia de pase preciso y profundo.

Maxi Moralez tendrá que revisar si el Botín de Plata que consiguió en el Mundial Sub 20, hace poco más de un año, no se opacó en extremo durante la breve experiencia moscovita. Racing es una pluma en el área ajena; sin embargo, la responsabilidad nace antes de que recaiga en los delanteros. El Enano se empequeñece aún más porque ni siquiera se le escapa la rebeldía.

A Juan Manuel Llop también le corresponde un momento de reflexión. ¿No es un abuso otorgarle a Zuculini la función más ofensiva de la dupla de recuperadores? ¿O acaso resultó una casualidad que, en las dos fechas, el pibe haya pisado la vecindad del arco rival para ensayar una definición imperfecta o la asistencia frustrada? Zucu, voraz, da la impresión de querer comerse la cancha. En su dieta, entonces, se ve aconsejable un régimen como volante por derecha. Por capacidad de despliegue exhibe atributos que aún no se adivinan en Prichoda, otro que --como Sánchez Sotelo-- corre riesgo de achicharrarse en la hoguera de un debut forzoso y prematuro.

Huracán le sacó un pescuezo con poquito. A pesar de las modificiaciones generosas en su nómina (sólo cuatro titulares de la temporada pasada), evitó el descontrol (Goltz, clave como sostén de la defensa), creció en orden con la reaparición de Barrientos y logró ventaja de la manera en que podía presumirse a partir de su debilidad en ataque. El gol de Cólzera, referencia permanente para el Globo, fue otro detalle de que en Racing no abunda madurez. El delantero, lejos del arco y con doble marca encima, recibió una infracción inútil surgida del ímpetu de Yacob. Del tiro libre consecuente, Huracán consiguió su celebración. No hubo replay porque eso es un lujo en su modestia.

Como hace una semana contra Lanús, la desventaja representa un drama para el que no existe remedio. Con 40 minutos por delante (eso, con el descuento, transcurrió desde el tanto), Racing se resignó a una debilidad de ideas y espíritu que no le autorizan augurios de prosperidad. Si había que poblar el terreno cercano a Limia, el reemplazo de Sánchez Sotelo por Leandro González no fue la respuesta adecuada. Y si la urgencia de la suma habilitaba al recurso de los bochazos, la fórmula tenue a la que echó mano Racing aconsejan una terapia de grupo como blindaje de la confianza.

A Racing las cuentas le salen mal. Ahí anda, multiplicando angustias, restando ilusiones, sumando traumas y dividiendo opiniones acerca de qué camino tomar.

0 comentarios:

 
# Contact info submission url: blogracing.blogspot.com site_owner: Mariano Capuzzi country: Argentina display_email: racingblog@gmail.com site_name: El Blog de Racing Club